Me sumergí
en el azul de tus ojos
y comprendí
que ese mar nos abre paso
hacia la arena
que se desliza con tus huellas
junto a mí
que soy el sol de atardecer,
luz serena:
custodio cielos, gaviotas
y cometas
alterando su belleza
en mi ausencia,
cuando muero cada noche
para así
al día siguiente resurgir
y seguir...
bañando tu piel morena.
domingo, 20 de octubre de 2013
A un desconocido
Y así, después de tanto tiempo,
sigo buscando su mirada en cada reflejo,
sigo buscando su sonrisa en tantos otros rostros;
y no te encuentro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)