sábado, 31 de enero de 2015

Bizarre

"mueve el discurso, lo expande
y desordena, lo concentra, lo apacienta
o dispersa como el lobo a sus corderos."
                        ...
"Como algo desconocido
y en suspenso. Más allá."

Olvido García Valdés

Entre dos pulmones

No me convence este guion
que me han designado.
Luces y sombras se balancean,
difuminan las letras.
Hace una tarde de mierda.

Contemplo el páramo
tenebroso
y veo cómo se tortura una figura:
la Verdad es un monstruo
con cientos, miles de caras
(ninguna es la tuya).

Destapa su velo.
La humanidad está repleta de defectos.
Nota mi presencia.
Me protege el cristal de la ventana
–la única que muestra este paisaje
marchito y pesimista–;
lanzo los papeles
al viento.

Aullidos, crisis, miedo.

Me derrumbo
como las ruinas,
y el tiempo.

¿A qué aferrarse 
si hasta los sentidos te engañan?

No me adapto
a ningún marco
ni estructura.
Yo soy la forma.

Todo ha sido un mal sueño.


martes, 27 de enero de 2015

Ubi es, guante?

"Yo quiero estar contigo; no estás solo".
Niño muerto
Luis Cernuda


Manquer


Mi guante se ha perdido por el camino.

La culpa es de las prisas, supongo,
de un querer llegar a tiempo a todas partes.

Mi guante,
el que calentaba la mano con la que escribo.

Tal vez estaba cansado
de que apoyase mi cabeza
repleta de pensamientos
en su superficie almidonada.

Afortunadamente, no era el guante
que tejió mi madre con todo su cariño
ni el que tú me regalaste
–ese también lo perdí, aposta–.

No creo que se suicidase, 
que se tirase de mi bolsillo 
(¿a quién se le ocurre llevar un guante en un bolsillo?)
a la oscura y dura calle.

Podría haber pensado
en su compañero antes de hacerlo.

Ahora está ahí,
el izquierdo, 
arrinconado y sollozando, 
envuelto en sus propios miedos.

Tú eras mi favorito, lo reconozco.

No quiere ni saludar
ni acariciar
ni mucho menos chocar esos cinco.

¿Sabes? Ahora mis manos tornan a rosa-morado
por el frío.

Espero que te disfruten otras gentes, 
o un gato, ¿quién sabe?

Y que sean tan felices como yo lo fui contigo.

martes, 13 de enero de 2015

Las mariposas también se ahogan

  No fue suficiente, no, encerrar tu voz enlatada o enlutada qué más dará en la letra de una canción, mi canción preferida, además.

  No fue suficiente, no, conferirle a un títere tus gestos, tu forma de reír, tus ademanes: el Hombre de hojalata, por todos lados es conocido con ese nombre.

  No fue suficiente, no, el hecho de darle la vuelta a todas nuestras fotos. Los recuerdos se olvidan de nosotros, les resultamos indiferentes.

  No, ya fue suficiente.

viernes, 9 de enero de 2015

Des-estres-ar-te

Que los paseos nocturnos duren
el tiempo que tarde un cigarro
en consumirse
o lo que necesite el sabor
del caramelo mentolado
para esfumarse
de la garganta,
en su defecto.
Buscar el parque más cercano
en esta ciudad que nunca duerme
por completo.
Contemplar el agua
clara
de la fuente.
Oír el murmullo de las luces
que has dejado en tu trayecto;
latentes permanecen
las ventanas de los edificios.
Demasiadas vidas preocupadas.
Notar la brisa
fría
que acaricia el árbol,
inmóvil,
tranquilo.
Querer ser árbol.
Llorar muy fuerte.
Calmar a este indomable corazón
que siempre está pensando
en el fracaso.
Ser frágil
como un pañuelo de mocos
usado.
Dar risa
como el envoltorio
de hamburguesa
del McDonald's
que baila
a la luz de la luna.
Sentirse algo insignificante.
Reconocerse humano.