martes, 27 de enero de 2015

Ubi es, guante?

"Yo quiero estar contigo; no estás solo".
Niño muerto
Luis Cernuda


Manquer


Mi guante se ha perdido por el camino.

La culpa es de las prisas, supongo,
de un querer llegar a tiempo a todas partes.

Mi guante,
el que calentaba la mano con la que escribo.

Tal vez estaba cansado
de que apoyase mi cabeza
repleta de pensamientos
en su superficie almidonada.

Afortunadamente, no era el guante
que tejió mi madre con todo su cariño
ni el que tú me regalaste
–ese también lo perdí, aposta–.

No creo que se suicidase, 
que se tirase de mi bolsillo 
(¿a quién se le ocurre llevar un guante en un bolsillo?)
a la oscura y dura calle.

Podría haber pensado
en su compañero antes de hacerlo.

Ahora está ahí,
el izquierdo, 
arrinconado y sollozando, 
envuelto en sus propios miedos.

Tú eras mi favorito, lo reconozco.

No quiere ni saludar
ni acariciar
ni mucho menos chocar esos cinco.

¿Sabes? Ahora mis manos tornan a rosa-morado
por el frío.

Espero que te disfruten otras gentes, 
o un gato, ¿quién sabe?

Y que sean tan felices como yo lo fui contigo.

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