miércoles, 30 de julio de 2014

Una mirada

"Hay gente cuya mirada nos hace mejorar. Son escasos, pero cuando los encontramos, no hay que dejarlos pasar. Había, en Philippe, una extraña dulzura en su mirada que él posaba a veces sobre ella, una ternura sorprendida. Normalmente, pensó, cuando me miran, es para pedirme o para cogerme algo. Philippe, en cambio, da. Y bajo su mirada condescendiente, crezco."
Los ojos amarillos de los cocodrilos, Katherine Pancol.
Una mirada que busca,
confusa,
mientras el resto de miradas
la miran
con pena,
con lástima
¡y desprecio!

Una mirada atemorizada
de que las otras miradas
piensen
sobre ella
mal.

Una mirada que no sabe
dónde colocar los ojos,
que implora al cielo
y camina, cabizbaja. 

Una mirada que huye
y otra le sale al encuentro,
al rescate,
y cierra la puerta.

Una mirada 
en el pasado
anegada
y por el futuro
preocupada.

Una mirada que ríe
con todas las demás
y después llora,
desconsolada,
a solas.
Una mirada enamorada.

Una mirada que se pregunta 
por qué fue feliz con esa peculiar mirada
y ahora...
ahora no se atreve a mirar(la).

¿Una mirada que no expresa nada
sigue siendo una mirada?

Una mirada que sufre.

Una mirada que nunca mira atrás.

Una mirada con luz propia.

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