sábado, 21 de febrero de 2015

Cinésica

Mis dedos surcan
tu negra tinta en hebras.

El secreto espera
dormido
en un rincón de la lluvia.

Inhóspito es el hueco que me queda
al girar tu cabeza esquiva.

Muda la mentira de tu mirar
en consternada valentía.

El cielo, la noche
gritan.

A pesar de la ropa abatida,
el halo del motel, 
el murmullo de los muebles
y la curiosidad de las ratas,
no he olvidado
ninguna otra oportunidad
en el manillar.

Formidable la sombra 
tras mi ida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario