sábado, 10 de mayo de 2014

Polifonía de ángeles en el infierno

Pasó la Noche arrastrando
su capa de pecadores;
buscaba una fama transitoria,
iba cargada de atributos.

Cogió la batuta al director
y la orquesta empezó a tocar
esa polifonía de ángeles
en el infierno.

Se desató la escritura.
(Menuda perra mala).
Narradores que se retiran
para dejar paso
a personajes que se salen del marco
de la acción
de lo geniales que son.

Escuché y anoté
que existen resplandores como tú
que al menor contacto
los otros cuerpos se van apagando
sin sentirlo.

La melodía sigue sonando.
Y la tinta,
a vuela pluma...

va creando amores,
edificando morales,
tejiendo sueños
por miedo a la realidad,
expandiendo un mar de inconvenientes
y te sitúa
en una estrella que cabalga incomprendida.

Las últimas notas ya desfilan,
se encienden los astros más pequeños,
la magia entra con la intimidad de las conciencias,
el alba irrumpe en este proceso de lectura.

Te cubres bajo las sábanas.
¡Alegoría!
Y te susurro
apenas sin voz
que es para ti
para quien compongo todo esto.
Sonríe, ¡sorpresa!

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