miércoles, 23 de abril de 2014

Storia di un Burattino

[ Historia de un títere ]

Te voy a ensayar
cómo no es un niño de verdad:
cabezota de madera,
articulaciones e hilos,
nariz de trompeta.

El hada apadrinada
duerme la siesta,
música italiana sale de las cajas,
bailarinas sin venas.

Un despertar del alma
traviesa.
Prefiere ir al teatro
antes que a la escuela.
Quiere fama
y ser actor,
alimentar la hoguera
con aplausos.
¡Menudo burro!

Pues no acabó
en la Isla de los Juegos,
feliz tierra de los niños,
todos los días son domingo.
De helados, pasteles y dulces
su estómago llenó
en los mejores sueños.

Tampoco buscó a su Geppetto
dentro de ninguna ballena
que estornuda
en el fondo del mar
hay peores monstruos,

sino que cayó
en la trampa del honrado Zorro
y el esclavo Gato,
que no era el fiel Figaró.

Ahorcado

por tragarse unas monedas
de oro,
trozos de plomo no son.

En una gran encina

(un niño que fue malo
podrá volver a ser palo)

donde hacías crecer tus mentiras
cuando para mí
todavía no eras nadie.

-¿Pinocchio?
¿Estás ahí?
(Grillos)
Si me necesitas,
sílbame.

La voz de la conciencia
no escuchaste.
Deja de brillar
la estrella del sur.

Chillar de astillas.



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