domingo, 20 de abril de 2014

El lóbrego vergel

Sepultamos aquel secreto,
una presuntuosa promesa
de un amor
que no me correspondía.

Un horizonte de expectativas
rotas.
Unos pasos en falso
que no siente ni la misma tierra.
Una manada de fieras
al acecho.

La tristeza
como única compañera
de esta soledad.
Enemiga de enojo
debería ser
la mocedad.

Una pérdida absoluta
de esos sueños incompletos
en esta serie de mundos posibles.
Los hados cortaron los hilos.

El ciego no ve
pero compone,
la lengua usa
como intérprete.

La caída de los pétalos
de esa rosa pálida y deshecha.
La tumba te despellejaría
buscando luz en el polvo.

Ese hablar entre dientes
y ese amar de oídas
abren los ojos de los que dicen
que viven.
¿Qué haré yo sin mi mano derecha?

[Inspirado en La Celestina de Fernando de Rojas]

1 comentario: