Vivo en la distancia
que tanto nos separa;
sueño cada nochecon tu despertar,
a mi lado.
¿Dónde está la voz
que me susurraba?
¿Dónde están tus manos
que me abrigaban?
Aún recuerdo esa noche,
pues toda luz se fue.
Mi cabeza reposaba
en tu pecho,
mi almohada.
Fuera corría el viento,
la lluvia salpicaba,
los truenos alarmaban,
y tú, pequeña hada,
me devolviste la calma
con las palabras
"no pasa nada".
Pienso que estás junto a mí;
pienso que aún no te has ido.
Creo, sinceramente,
que me estoy volviendo loco
sin tu risa,
sin tu amable sonrisa,
sin tu brillo en los ojos,
sin tus besos,
mis caricias.
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